Desde hace tiempo me ha llamado la atención los cupcakes, unas magdalenas con crema o nata de colores, el caso es que no soy muy dada a la repostería, pero me pico el gusanillo y un día me dispuse a hacerlos.
Pensé que podía ser un buen regalo para el día del padre, porque no... Así que compre los ingredientes, llamé a mi mejor amiga y nos pusimos manos a la obra, pasamos una tarde entretenida y bastante divertida... y al poco ya teníamos nuestros cupckes listos para comer.
La experiencia fue tan buena que al poco decidimos repetir, y nos pusimos a hacer muffins con un resultado aún mejor, los hicimos en el horno de nuevo...
Hace poco vi una maquina para hacer los cupcakes y me decidi a comprar una, se supone que quedan más perfectos y es mucho más rápido que con el horno... bueno, habrá que comprobarlo, ya os contaré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario